Soy humano, con sentimientos, emociones, cicatrices y defectos, como cualquier otra persona. -Josh Gordon
Emociones Desveladas:
Las emociones son respuestas internas a nuestras experiencias. Experimentamos emociones como señales adaptativas que nos ayudan a navegar, comprender y responder a nuestros desafíos y situaciones.
Aquí tienes un conjunto de emociones y los contextos en los que podrías experimentarlas:
Alegría: Un día soleado en la playa.
Tristeza: Despedida en el aeropuerto.
Miedo: Noche oscura y tormentosa.
Estrés: Fecha límite inminente.
Esperanza: Recibir buenas noticias inesperadas.
Enojo: Durante una discusión.
Culpa: Romper algo por accidente.
Orgullo: Lograr un objetivo personal.
Paz: Atardecer en la montaña.
Curiosidad: Descubrir un lugar nuevo.
Vergüenza: Equivocarse en público.
Frustración: Encontrar el camino bloqueado en un viaje.
Melancolía: Recordar tiempos pasados.
Las emociones conectivas como la felicidad son más fáciles de procesar en comparación con las emociones incómodas como la ira y la tristeza, que pueden alejar a las personas.
Procesar una emoción implica reconocer, comprender y permitirte experimentar y expresar los sentimientos asociados con una situación particular, lo que conduce a una sensación de resolución emocional y crecimiento personal.
A veces tememos nuestras emociones porque revelan vulnerabilidades, lo que nos desafía a confrontar y procesar aspectos de nosotros mismos que pueden resultar incómodos o difíciles de reconocer.
Sin embargo, la resistencia o represión tiende a prolongar este viaje emocional natural. Aceptar nuestros sentimientos sin resistencia puede hacer que el proceso sea más rápido y beneficioso.
90 segundos:
Durante momentos difíciles, como la pérdida de alguien cercano, es normal sentir tristeza y confusión. Para procesar esas emociones, es útil hablar con amigos, familiares o buscar apoyo profesional. Permitite sentir y expresar esas emociones te ayuda a avanzar y sanar.
Comprender cómo funcionan las emociones en el cerebro es fundamental para manejarlas de manera efectiva. La amígdala, una parte clave del cerebro, desempeña un papel crucial en nuestras respuestas emocionales, actuando rápidamente en nuestras reacciones iniciales y evaluando lo que sentimos.
Aunque la respuesta física tarda unos 90 segundos, entender y manejar nuestras emociones lleva un poco más de tiempo. Necesitamos pensar y cambiar cómo respondemos emocionalmente a las situaciones.
La primera vez que escuché esto pensé que era imposible. ¿Cómo podría ser verdad si había llevado las mismas emociones durante años? Sin embargo, una experiencia que transformó mi vida demostró que era posible procesar mis emociones más rápido que me imaginaba.
Un coraje navideño:
Durante una Navidad, adornaba el árbol con un familiar cuando recibí críticas negativas que me desanimaron. Me enojé tanto que sentí coraje por la manera que me respondio esa persona. Aunque a veces soy sensitiva, aprecio las críticas constructivas, pero aquellas destinadas a ofender y hacerme sentir mal no son apropiadas.
En vez de reprenderme por experimentar coraje hacia esta persona, permití que esa emoción de coraje existiera, e incluso permití que se intensificara. Después de aproximadamente 7 minutos, la emoción se desvaneció y pude recuperar el sentimiento de amor y conexión con esa persona.
Una vez que me tranquilicé, pude reflexionar y descubrí que experimentaba sentimientos de coraje porque me faltó el respeto. El coraje era la emoción adecuada, dado lo que había sucedido.
Este ejemplo enseña algo crucial, que es aplicable a la gran mayoría de nuestras emociones. El propósito de nuestras emociones es que desean ser escuchadas y comprendidas. Pero a veces las emotiones necessitan mas que eso.
Cuando necesitamos más apoyo:
¿Qué sucede cuando las emociones persisten, sin cambios, a pesar de las lágrimas y el enojo repetidos por el problema?
Generalmente es una buena idea comenzar este proceso sintiendo tus sentimientos. Pero, cuando algo requiere un cambio, debes darte cuenta de que esta estrategia de identificar y sentir tus emociones sólo las desarmará temporalmente. Esto es genial porque necesitas espacio y perspectiva para ver las cosas de manera diferentes. Puede implicar el apoyo de círculos de confianza, o incluso considerar acciones específicas para transformar la situación emocional.
La mala noticia es que si no logras cambiar tu perspectiva, es probable que vuelvas al mismo drama emocional. Sin embargo, esto no es un castigo; es una oportunidad para reexaminar la lección y crecer a partir de ella.
Pasos transformadores:
Solo puedes cambiar a ti mismo; lastimar a otra persona, ya sea emocional o físicamente, no resolverá tu problema. Aquí tienes algunas pautas geniales para procesar tus emociones:
Reconoce tus emociones: Identifica y reconoce las emociones que estés experimentando.
Acepta tus sentimientos: permítete sentir sin juzgar las emociones como buenas o malas.
Reflexiona sobre tus emociones: piensa en las situaciones que las causaron y en cómo te afectan.
La sensación desapareció (Ya terminaste)
Sigue ahí (Excava más hondo)
¿Qué necesitas hacer para resolver esto?
¿Con quién necesitas hablar?
¿A quién necesitas perdonar?
Busca apoyo: Comparte tus sentimientos con amigos, familiares o profesionales. Si es necesario, considera la ayuda de terapeutas o consejeros.
Busca Nuevas Perspectivas: Explora diferentes puntos de vista para entender mejor la situación.
Practica la Autorregulación Emocional: Desarrolla habilidades para manejar y regular tus emociones. En lugares seguros puedes llorar, gritar, golpear una almohada, escribir sobre tus emociones, meditar, y más.
Establece Objetivos de Cambio: Define pasos concretos para transformar la situación emocional.
Toma Acciones Positivas: Realiza acciones que fomenten cambios positivos en tu vida.
Cuidado Personal: Prioriza el autocuidado, incluyendo descanso, ejercicio y actividades placenteras.
Aprende de la experiencia: ve la situación como una oportunidad para crecer y aprender.
Fomenta el Desarrollo Personal: busca el crecimiento personal a través de la reflexión y la autenticidad.
Suelta tus emociones
* Quizás tu instinto te lleve a algo que no se menciona aquí. ¡Está bien también! Como siempre, mis listas no son completas, pero estas ideas son un excelente punto de partida.
¡Vaya, eso fue bastante! ¿Puedes ver las cosas desde otro ángulo? Si no, está bien. Repite los pasos cuantas veces necesites.
Reflejos finales:
La mayoría de nosotros la procesamos en gran medida de forma aislada, y eso puede ser perjudicial. Es cierto que todo mejorará, pero a veces se necesita perspectiva y/o acción antes de que las cosas mejoren. Pero primero debemos examinar nuestras imperfecciones para que las cosas mejoren.
Además, muchas personas evitan reconocer imperfecciones en sus vidas debido a la idealización en las redes sociales. Sin embargo, la realidad es que todos enfrentamos momentos tanto felices como difíciles. Personalmente, he atravesado numerosos desafíos emocionales, y esas experiencias imperfectas han sido fundamentales para mi fortaleza interior.
Recuerda que la autenticidad de tus emociones es una parte esencial de ser humano. Acepta, aprende y crece; cada experiencia emocional es una oportunidad para fortalecerte y vivir una vida más plena. ¡Eres más fuerte de lo que imaginas!
Amor y Canela
Mónica
