El cerebro le encanta compartimentar, ¿por qué no utilizar esto a nuestro favor?
Organización 101:
Un día estaba sacando ropa de la secadora cuando de repente se me cayó la canasta y causó una explosión de prendas por todo el piso. Respiré profundamente y compuse un plan para manejar la situación. Organize una prenda de ropa a la vez hasta que resulte en varias pilas organizadas y bien formadas.
Esta experiencia me hizo pensar: ¿Por qué tememos tareas simples y por qué parecen tan fastidiosas?
Sabes que al cerebro humano le encanta simplificar decisiones en forma de compartimentar o categorizar las cosas; es una estrategia de supervivencia. El cerebro busca modas eficientes para decidir si algo es beneficioso o perjudicial, útil o no. Cuando enfrentamos desorden, como un remolino de ropa, nuestro cerebro lucha para encontrar esas distinciones.
Ya que reconocemos la estrategia, podemos aprovechar las formas básicas como círculos, rectángulos, triángulos y cuadrados. Estas formas son más fáciles de organizar y manipular (igual como el juego Tetris). Entonces, podemos transformar el desorden a formas reconocibles, y de ese modo se facilitan nuestras tareas diarias.
Los beneficios de la compartimentación:
La compartimentación ayuda con la organización porque simplifica la información o las tareas complejas. Este proceso facilita el manejo de las cosas, lo que conduce a una mejor organización y eficiencia.
Verás por qué funciona:
Simplificación: cuando divides una tarea grande o un espacio desordenado en categorías más pequeñas y distintas, simplificas la estructura general. Cada compartimento representa un aspecto o grupo de objetos específicos, reduciendo la carga cognitiva.
Claridad: la compartimentación le da un lugar o categoría designado a cada objeto o tarea. Esta claridad facilita el acceso a objetos o tareas.
Priorización: la categorización te permitirá priorizar. Puedes identificar las cosas que necesitan atención inmediata y lo que se puede delegar o eliminar. Esto te ayudará a usar tu tiempo y tus recursos con más eficacia.
Eficiencia: Ya que todo tiene su lugar, puedes organizarte de manera eficiente. Cuando necesites encontrar algo o completar una tarea, sabras dónde buscar o empezar, ahorrandote tiempo y reduciendo tu frustración.
Carga mental reducida: la compartimentación reduce el desorden mental. En lugar de recordar cada detalle, puedes concentrarte en una categoría o cosa a la vez, reduciendo el estrés.
Toma de decisiones: Puedes tomar decisiones con rapidez y confianza cuando tienes un lugar designado para cada objeto o categoría clara para cada tarea.
Empoderete —el espejo de tu alma:
Ahora sigues tú. Utiliza la sabiduría de este artículo para empoderar tu vida con este ejercicio.
Todos tenemos nuestros métodos preferidos de organización. Esta guía te enseñará cómo desbloquear tu mente para que puedas comenzar el proceso. Sige estos pasos para empezar en poco tiempo.
Evaluación: Observa la tarea o espacio que deseas organizar e identifica las partes o secciones.
Define las categorías: una vez que entiendas el alcance de tu proyecto, define las categorías o secciones. Deben coincidir con lo que estás organizando. Por ejemplo, si estás organizando una habitación desordenada, identifica las categorías generales como ropa, libros, productos electrónicos, etc.
Reúne municiones: Dependiendo de la tarea, reúne todas las municiones que ocupes, como cajas, cartones, cinta adhesiva, y marcadores. Estos le ayudarán a separar y clasificar físicamente los elementos.
Ordenar y juntar: comienza a ordenar una categoría a la vez. Por ejemplo, concéntrate en una categoría, como "Ropa", al organizar la habitación. Reúne todas las prendas y juntarlas en un área.
Letrea: utiliza etiquetas o marcadores para marcar los objetos de cada categoría. Esto te ayudará a identificar dónde pertenecen los artículos.
Guarda las cosas: ahora, estaciona tus artículos en sus compartimentos o lugares designados. Asegúrate de que todo esté bien organizado dentro de su espacio designado.
Repita lo necesario: continúa este proceso para cada categoría hasta que todos los objetos estén organizados. Toma tu tiempo y no te apresures.
Mantenimiento: mantenga tus "compartimentos" devolviendo los artículos a sus espacios designados y ocasionalmente reorganízalos para lograr eficiencia y conveniencia.
Disfruta los beneficios: aprovecha los beneficios de tu obra. Celebra que sera más fácil localizar artículos, completar tareas cuando mantenes el orden.
Reflecciones finales:
Compartimentalizar como manera de organizar implica dividir categorías generales de ropa, tareas, o habitaciones en categorías o secciones más pequeñas y manejables. Es una estrategia práctica que puedes utilizar en muchas áreas de tu vida, desde ordenar espacios en tu hogar hasta manejar proyectos complicados. Puedes simplificar el proceso hasta que los proyectos o las tareas sean más alcanzables y sostenibles.
¡Organiza tu vida y comenzarás a ver cómo se empiezan a desarrollar cosas increíbles!
Amor y Canela,
Mónica
