En un mundo tan calculado y artificial, prefiero experimentar lo real.
Música real:
Me encanta escuchar música en vivo. Es especial cuando los músicos están tan llenos de emoción que se les quebran las voces o tocan la nota musical equivocada. Eso es la autenticidad para mí—cuando la gente enseña su humanidad con gusto y sin temor o perfección.
Una noche, mi hermana y yo nos fuimos de fiesta cuando experimentamos una presentación musical buenísima, con instrumentos en toda su gloria. Fuimos a felicitar al trompetista por su gran trabajo. El trompetista admitió humildemente que se sentía un poco fuera de onda. Yo le dije, "En un mundo tan calculado, prefiero escuchar la música real." Este comentario resonó con él, al cual reconoció que sus imperfecciones humanas actualmente son curiosas e interesantes.
Esta experiencia me causó a refleccionar en la falta de autenticidad en la vida diaria.
Mundo zombie:
No sé si te has dado cuenta pero el mundo alrededor se siente increiblemente robótico, modificado y artificial. Mira hacia afuera y encontrarás un mundo zombie lleno de noticias falsas, imágenes alteradas y respuestas automáticas. Además, nuestras conexiones y amistades ocurren por teléfono o computadora. Hay demasiada desconexión y falta de autenticidad en nuestras vidas.
Siendo seres sociales, deseamos conexión con otros humanos. Y aunque reconocimos que deseamos amistades con personas y no robots, seguimos en búsqueda de la perfección. ¿Y sabes porque? En la perfección no hay crítica. Puedes leer más sobre el tema de la crítica aqui.
Si quieres buscar gente auténticas, la clave es que los robots no cometen errores pero los humanos sí.
La búsqueda de gente real:
Si quieres tratarte con personas auténticas tienes que buscar pequeños errores en sus formas de ser, al cual los llamo errorcitos. Estos errores son tan pequeños que son curiosos y a veces hasta lindos. A otro modo, son las pequeñas variaciones que quedan justo fuera de la zona de perfección.
Puede ser cuando experimentas el arte y observas unas pinceladas un poco más largas de lo que intentaba el artista. Eso es real porque quiere decir que estás tratando con una persona que valora experimentar más que controlarse.
Claro, no quiero decir que es chido cuando alguien vive tanto que deja su oficina toda desmadrada… Eso quiere decir que quizá la persona no respete sus propios valores.
Es importante buscar personas que tienen ritmo, disciplina o estructura—y que también saben soltar las riendas de vez en cuando. Ahí es donde ocurrirá lo espectacular e inesperado.
Reflejos finales:
La autenticidad consiste en aceptar los pequeños errorcitos que recuerdan a los demás tu humanidad.
La imperfección en el arte y la música en vivo son increiblemente humanos y emocionalmente resonantes. Traen sorpresa, espontaneidad, y curiosidad por parte del público. Estas imperfecciones pueden elevar varias formas de arte, creando una conexión más profunda entre el creador y el espectador.
Entonces, para resumir, los errorcitos:
Extienden tus límites y te ayudan a explorar lo desconocido
Muestran tu autenticidad y tu espíritu creativo
Demostran conexión genuina
Prueban que eres ser humano
Ahora que sabes esto, ¿cómo puedes aceptar y saborear los errorcitos en tu vida diaria?
Recuerda que disfrutar la vida incluye ser perfectamente imperfectos humanos de vez en cuando.
Amor y Canela,
Mónica